lunes, 28 de abril de 2014

Eliseo

Dicen que tengo que dejarte ir, como si me soltara de algo, o lo dejara congelado en mi memoria ¿cómo se matan los recuerdos? ¿de dónde sale la fuerza? el impulso original se perdió hace mucho tiempo. Me gustaría amar todo lo que toco, eso trataría de enseñarle a mi hijo. También le aconsejaría, encarecidamente, que no se enamore. Mejor que juegue ajedrez o sea comerciante, un comerciante honrado, que encuentre otra forma de estar con los otros, que el futbol o la música de vanguardia sean su pasión; así no te rompen el corazón, porque siempre sucede, es parte del juego, como el jaque mate, o su imposibilidad, haz tablas con la vida, que de eso se trata, como decía Arreola; eso le diría a Eliseo, mientras vemos pasar el tiempo. 


Cuando su madre nos abandone (no condeno, pero puede ser y así será), le diré que ha muerto, que todos los ángeles están de paso, un día se van al cielo y ahí se quedan en forma de estrella, o de luna, diría él, o de pájaro, pensaríamos en la plaza, comiendo helado de cereza.

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